El culpable del envejecimiento…el azúcar

ARTISTRY

Michelle D’Allaird nos habla de la relación existente entre la ingesta de azúcar con las arrugas.

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A menudo se habla de la conexión entre la belleza interior y la exterior. También del proceso del envejecimiento fisiológico, que puede parecer confuso. Uno de los temas de mayor actualidad en el sector de la salud cutánea es un proceso de envejecimiento denominado glicación.

La glicación es el término que da  nombra a la reacción que el azúcar provoca en las células. Sucede prácticamente en todas las clases de células del cuerpo, también las de la piel. El cuerpo usa azúcar como energía celular. Aunque el exceso de azúcar es perjudicial tanto para el organismo como para la piel. En la piel, las moléculas de azúcar se enlazan con las proteínas, como el colágeno y la elastina, y dan lugar a sustancias conocidas como productos finales de la glicación avanzada (AGE, por sus siglas en inglés). Los AGE causan enlaces cruzados de fibras de colágeno (que las vuelve más inflexibles, razón por la que se forman las líneas de expresión y las arrugas), provocan inflamación, crean enzimas que degradan la función y el comportamiento de las proteínas y deterioran el sistema reparador antioxidante natural del organismo.

Y lo que es peor, a estos AGE les influyen también factores ambientales, como el tabaco, la contaminación, la exposición a los rayos UV, el estrés y la mala alimentación. Así los daños de la piel se vuelven incluso más destructivos.

Cómo minimizar los efectos adversos de la glicación

¿Qué es lo que usted hacer? En realidad, muchas cosas que están en su mano. Empecemos por lo más fácil: los hábitos alimenticios y las elecciones de estilo de vida. Todos hemos escuchado esa expresión “eres lo que comes”… Es completamente cierto. Para minimizar la glicación, también debe minimizar la ingesta de exceso de azúcares añadidos. Es decir, el azúcar que echa a los alimentos, así como los azúcares que se incluyen durante su procesamiento. Lea las etiquetas con atención. No hay duda de que no se puede eliminar todo el azúcar, aunque es posible hacer una reducción considerable no añadiendo azúcar y tratando de evitar los alimentos “azucarados”.

Conciénciase sobre los carbohidratos. Los carbohidratos se fragmentan en azúcares en el organismo, y luego se emplean como energía si se requiere. Si no se usan, el organismo los conserva. Los carbohidratos como el arroz, la pasta, las patatas y el pan son los que se descomponen con más rapidez. Por lo tanto, son los que primero se conservan. Minimícelos en su dieta y céntrese más en el consumo de alimentos ricos en fibra, como el arroz integral y granos integrales. Las verduras. las frutas y el pescado tienen el beneficio añadido de aportar al organismo cantidades masivas de protección antioxidante.

Escoger un estilo de vida saludable minimiza el daño provocado por los radicales libres e impulsa la defensa inmunológica propia del organismo. El ejercicio, un sueño reparador y la liberación del estrés son completamente esenciales. El tabaco, el alcohol, los elevados niveles de estrés, el sueño escaso y un ritmo de vida sedentario son factores que propician el perjudicial proceso de glicación y la fabricación de los nocivos AGE.

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